13/9/12

El Ascensor cierra su ciclo comercial en salas de La Paz




Fue uno de los estrenos más exitosos de 2009 a nivel nacional. Pese a ello —la película debe tener su ángel— nunca la piratearon, por lo cual no circulan copias en DVD, salvo quizás alguna de esas grabaciones en la sala de cine que tienen mala imagen y peor audio, además de alguna cabeza que se atraviesa delante de la cámara pirata o las risotadas y comentarios de quienes estén alrededor.
Evoco que antes de su estreno en La Paz (en la Cinemateca Boliviana), intenté conminar a quienes por entonces eran mis alumnos en la Universidad Católica a verla, pero salieron con que no querían ir a ver una película cruceña porque su humor era soso, que el adelanto hacía prever una peli aburrida, que parecía un mal remedo de una producción gringa y otras lindezas por el estilo.
Sin embargo, cual apunté en mi comentario de la película, la cinta de Tomás Bascopé está muy bien narrada, pese a que muy bien podría caerse por tratar de la encerrona de tres personajes en un cubículo de 2 x 2 durante casi 90 minutos. El guión, trabajado con el tino necesario para mantener la atención del respetable, y las actuaciones de los tres pilares que soportan/sustentan toda la película hacen llevadera la proyección. 

Johnny, Carlos y Héctor.
Es muy buena la actuación de Pablo Fernández (Héctor en la película; un rostro muy popular en la red PAT hace dos años) en las secuencias introductorias. Luego, se suman a ella las de Jorge Arturo Lora (Carlos) y Alejandro Molina (Johnny), el par de maleantes que decide secuestrarle, quienes asimismo rayan en un muy buen nivel. Atractivo aparte el caricaturesco guardia de seguridad del edificio, autodenominado Rambo, quien me recordó al “Termigaytor” –si la memoria no me está haciendo una de las suyas– de un cortometraje cruceño de años ha.
Tomás Bascopé nos dijo en  un encuentro de cineastas realizado en La Paz en 2010 que El Ascensor responde a un modelo totalmente clásico del  teatro, en donde lo más importante viene a ser la interpretación y los personajes, son quienes se encargan de guiar al espectador al  significado total de la obra.
El Ascensor  no intenta rescatar ninguna tradición urbana en Santa Cruz. Más bien expone  a personajes pertenecientes a un pueblo que pretende asímismo llamarse ciudad. Un pueblo que se encuentra con una imponente influencia de los migrantes del interior que están generando una fusión en su cultura y costumbres.  Trata de desnudar esa falta de  identidad, falta de comunicación y de diálogo  en el boliviano que vive en Santa Cruz.
El acceso a nuevas tecnologías y formatos, afirmaba el joven director, dio una gran versatilidad de trabajo y la  posibilidad de repetir las tomas necesarias  para sentirte satisfecho con la respuesta de los actores, sin el miedo al coste de la cinta. Te da la opción de ser perfeccionista sin tener un productor ogro gritándote ¡la cinta! Eso la hizo posible, puesto que al no tener recursos económicos  se filma con lo que se puede y se editó en la casa de un amigo con una PC.

Pablo Fernández antes de hacerse popular en la tele.
La iniciativa por reestrenar El Ascensor en La Paz surgió del encargado de programación Eduardo Calla, quien le propuso a Jorge Sierra, productor de “una gran película (como él mismo se refirió)”, que la cinta terminara su ciclo en el Multicine. “Todo esto se dió mientras nos tomábamos un café en Alexander al tiempo de negociar la próxima película de BolAr producciones, El juego de la silla", recuerda Sierra.
El también realizador continúa: “Creo que El Ascensor es una película que ha motivado la curiosidad en Bolivia, tanto por su producción como por su nivel. Los que la han visto han generado un potente boca a boca y será ese factor, más la expectativa de saber que es la última vez que estará en los cines, lo que llevará a la gente a verla. También tenemos el plus de que la película no ha sido pirateada, por lo que es la única forma de verla: en el cine”.
No está previsto un reestreno en otras ciudades del país. “En La Paz se estrenó y hemos decidido que en la misma capital termine el recorrido en cines. Luego estará en ciclos de cine nacional y cruceño, pero ya en un marco no comercial”.
Su ópera prima como director de largometraje, El juego de la silla, sería estrenada a fin de año. “Teníamos deseo de que sea en Octubre, pero dado que en esa fecha saldrán muchas películas con un género muy parecido, decidimos no competir, y tener vía libre en un mes menos saturado. Todo apunta a Diciembre”.
Pero cerremos con El Ascensor. Al día siguiente de verla, desde casa mandé un correo a todos mis alumnos diciéndoles de manera contundente y escueta: «Fui a verla ayer y es una buena película, así que... ESTÁN VOLUNTARIAMENTE OBLIGADOS A VER EL ASCENSOR». La misma sugerencia va para todas y todos ustedes ;)

Los protagonistas en el cubículo donde pasa todo.
 
IMÁGENES: BOLAR PRODUCCIONES.

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